EL PODER DE LOS SÉRUMS

 

La palabra sérum, deriva de la palabra serum en inglés, que significa suero. Y es un concentrado de ingredientes activos, el cual se ha convertido en el complemento perfecto a nuestra rutina de belleza diaria.

 
Un sérum facial es un producto cosmético cuyas principales características son su rápida absorción y su elevada capacidad de penetración en la piel. Además de tener una textura ligera la cual no deja sensación grasa, aportando dentro de su composición una mayor concentración de ingredientes activos que una crema facial.

 
La textura de un sérum facial suele ser más fluida incluso que una loción, lo que le permite penetrar a capas más profundas y que abre camino para que penetren con mayor facilidad los activos de las cremas hidratantes, que son las que tienen la función de proteger la piel de las agresiones externas.

Los sérums no tratan exclusivamente las arrugas, las manchas y la flacidez, también pueden tener ingredientes que tratan la irritación, la resequedad, el exceso de sebo e incluso el acné y sus secuelas. Gracias a sus múltiples propiedades y su variedad de combinación de ingredientes, no es un producto exclusivo para pieles maduras. Podemos iniciar su uso incluso a partir de los 20 años ya sea para prevenir como para tratar diversas condiciones de la piel. 

Dependiendo de la edad, el rostro tiene diferentes necesidades. Por eso es importante elegir el sérum adecuado y específico que nos aporte un tratamiento personalizado. 

La variedad que podemos encontrar en el mercado es abrumadora. Los más conocidos y usados son serums hidratantes con ácido hialurónico, perfectos para pieles deshidratadas. Otros serums importantes son los antiage, entre ellos encontramos a los antioxidantes, al ácido hialurónico y al retinol. Hay otros con propiedades calmantes para pieles sensibles o irritadas, como los que contienen niacinamida. También podemos encontrar sérums seborreguladores, antiacné, antimanchas, iluminadores, reafirmantes, etc.

Para aprovechar al máximo las propiedades de tu sérum, debes de aplicarlo sobre la piel completamente limpia. De preferencia, primero hay que utilizar un desmaquillante y tras este un limpiador facial. Después secar el rostro delicadamente con una toalla de algodón y ya puedes proceder a aplicar tu sérum favorito. No olvides aplicar después un hidratante y un buen protector solar para asegurar una rutina facial completa.

 
Si quieres iniciar con serums dentro de tu rutina, ten en cuenta la amplia gama que ofrece la marca SkinCeuticals, desde serums de ácido hialurónico hasta serums de vitamina C, pasando por los serums correctivos específicos. Hay uno para cada tipo de piel, incluso las más grasas y sensibles.

 
La cantidad recomendada de sérum a utilizar es de dos a cuatro gotas. Recuerda nunca tocar la punta del gotero con tu mano ni con tu cara directamente para no contaminarlo. Dada su alta concentración de ingredientes activos pocas gotas son necesarias para cubrir todo el rostro, el cuello y el escote. La recomendación es esperar unos minutos después de su aplicación antes de emplear la crema hidratante y nunca olvidar sellar con un protector solar de amplio espectro y de acuerdo a tu tipo de piel.

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